Las personas entran en contacto con los pólenes a través del aire que respiran sufren los siguientes síntomas:

· Estornudos, en ocasiones acompañados de taponamientos de nariz.
· Picor de ojos, nariz, paladar, oídos o garganta.
· “Saludo alérgico” (frotamiento hacia arriba de la nariz, lo que produce con frecuencia un surco horizontal en la nariz).
· Rinorrea.
· Lagrimeo. 
· Conjuntivitis (enrojecimiento de los ojos).
· Tos irritativa.
· Pitos en el pecho, dificultad respiratoria, opresión en el pecho.
· Diagnóstico  de alergia a pólenes.