Los granos del polen son estructuras microscópicas, de 10-60 micras de diámetro, por lo general redondeadas, en cuyo interior se encuentra el material reproductor. Para proteger dicho material, el grano de polen está recubierto por dos membranas protectoras: una externa llamada exina y otra interna mas delgada llamada intina.



Tanto la intina como la exina tienen que dejar pasar el material génetico cuando la planta es fecundada. Ello ocurre a través de los poros, o a través de surcos alargados llamados colpos.
Dependiendo del número de poros que tenga un polen, se puede clasificar en monoporado, biporado, multiporado, etc. Y si lo que tiene son colpos, en bicolporados, tricolporados, etc. Con frecuencia los pólenes tienen a la vez poros y colpos. Algunos pólenes no tienen poros ni colpos visibles, y se llaman “inaperturados”. Todo ello ayuda a distinguir al microscopio los distintos tipos de polen.
 

La exina, que es la superficie exterior, tiene una textura y un relieve superficial muy diverso, y se tiñe fácilmente con colorantes, lo cual asimismo sirve para distinguir los pólenes al microscopio:

Hay muchas otras texturas como verrucosa, estriada, foveolada, perforada, rugulada, etc.

En función de su tamaño se clasifican en:
Muy pequeño è <10µm  de diámetro.
Pequeño  è 10- 25µm  de diámetro.
Mediano è 25-50µm  de diámetro.
Grande  è 50-100µm  de diámetro.
Muy grande è 100-200µm de diámetro.
Gigante  è > 200µm  de diámetro.